KANTUTAS WARMI SIKURIS

Sobre Kantutas Warmis sikuris

Somos hermanas, amigas, compañeras que reconstruimos nuestra cultura, retomando las raíces andinas. 

La banda surgió a mediados del año 2011 en Guaymallén, a partir de un taller de sikus para mujeres impulsado por una hija de inmigrantes bolivianos; iniciativa que trataba de crear un espacio para que mujeres del barrio (muchas provenientes de familias bolivianas) se involucraran en la ejecución de la música sikuri de la que tradicionalmente habían sido excluidas, ya que originalmente era el hombre quien tocaba el instrumento y la participación femenina estaba reservada sólo a la danza.

Los talleres buscaban ser un lugar de encuentro para aprender y enseñar la música sikuri pero, también, para compartir entre mujeres las diversas problemáticas e inquietudes por las que atravesaban cotidianamente. Nació así el grupo KANTUTAS WARMIS SIKURIS. El nombre involucra la flor nacional de Bolivia (kantuta), la palabra mujer en quechua (warmi), y la quien interpreta los sikus (sikuri). Cuenta con una importante particularidad: la de ser la primera y única banda constituida únicamente por mujeres en Mendoza. Esta característica marcó profundamente los años siguientes, ya que si bien los ensayos se mudaron a la capital y entraron muchas sikuris nuevas, siempre se buscó mantener un perfil de género activo y comprometido. Participamos en diversas iniciativas: marchas y eventos contra la violencia y por la igualdad de género, contra la trata de mujeres, por el derecho a la educación sexual, etc.

Buscando ser una banda en estrecha relación con la gente, estos reclamos se fueron conjugando con otros a los que, hasta la actualidad, adhieren y busca apoyar a través de la música: contra el saqueo y la contaminación por la megaminería, los transgénicos y el monocultivo; por los derechos de los pueblos originarios; por el derecho de los músicos a tocar en la calle, etc.

Hoy la banda cuenta con mujeres que se dedican a distintas actividades, somos estudiantes, trabajadoras, amas de casa de distintas edades que, sin tener conocimientos previos de música, se reúnen a enseñar y a aprender, a divertirse, a compartir un espacio y a reflexionar sobre temas que las afectan como mujeres. No hay directora, no hay jerarquías ni roles establecidos…Así como la música sikuri nace del diálogo entre los distintos instrumentos, así la banda crece con el aporte, la particularidad y la integración en el conjunto de cada una de las mujeres que se animan a soplar y a formar parte de este proyecto.